Contra todos los pronósticos, el texto a continuación no va a referirse a ningún film del BAFICI. De hecho vamos a hablar sobre película bastante pochoclera. “Scott Pilgrim vs the World” está protagonizada por Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead y Kieran Culkin (que es uno de los más destacables del elenco) y la dirigió Edgar Wright quien también realizó Shaun of the Dead y Hot Fuzz entre varias otras cosas.

La historia se centra en el Scott Pilgrim quien en el intento de rearmar su vida amorosa conoce a Ramona.  Si bien el queda flechado con ella desde el inicio, mientras la conoce descubre que para poder tener un futuro con ella debe enfrentarse a sus 7 siniestros ex novios. Los enfrentamientos entre estos personajes marcan una película totalmente fantasiosa, pero no por eso fantástica. Los escenarios, diálogos y características de los protagonistas están anclados en el mundo real. Y en esto la estética juega un papel clave: lo clásicos jueguitos de family game con su música e iconografía marcan el ritmo del relato.
Las imágenes pixeladas, los colores brillantes, los cuadros explicativos y los iconos de bonus, vidas, armas ganadas o barras de energía aparecen para brindarle información extra al espectador. Incluso la música de la banda, Sex Bob Omb, también le da velocidad a la narración y sobretodo ayuda al efecto buscado en la edición fragmentada. El videoclip y el comic también aportan rasgos de género cuando la historia salta de un escenario a otro sin dar demasiadas explicaciones. Mientras una película lineal nos muestra el cambio de la noche al día, Scott pasa de charlar solo en sus sueños a continuar la conversación con sus amigos en el ensayo de la banda.

Distintos tipos de tomas y de escenarios resuelven esas situaciones. Así es como el film logra mostrar el mundo privado de los personajes y todos entendemos ese “detenerse del tiempo” en la primera cita cuando Ramona lleva a Scott a su casa en un salto mágico hacia su puerta. Los momentos en el desierto o el fondo negro en la charla entre Pilgrim y Knives hablan del conflicto y los sentimientos de cada uno. Si bien hay momentos en que ciertas escenas se hacen de goma (ejemplo algunas peleas) la cantidad de guiños que hay generan en el espectador una complicidad apoyada en más de una sonrisa. “Scott Pilgrim…” es una película lograda, entretenida y que te deja con ganas de más.
Y por supuesto que hay más!! Esta película es claramente un producto de su tiempo. En los últimos años el cine está produciendo para un nicho de mercado pseudo nuevo y específico: las generaciones que hoy se encuentran entre los 20 y los 30. Todos los jóvenes que se criaron jugando con las primeras consolas, los primeros en manejarse como pez en el agua los grandes medios de comunicación e Internet. Los primeros en tener cementerios tecnológicos en sus cuartos y los primeros que, acompañados del comic, animé y la música entre otras cosas conforman ese grupo poco claro, que se autodenominan geeks o nerds.

Es importante hacer una salvedad: con esto no me estoy refiriendo a la totalidad de la juventud actual.  Justamente este tipo de descripción no encaja en “la mayoría” y el chiste de ser geek es ser una minoría al igual que estos personajes. Pero cada vez más son tenidos en cuenta y cada vez más se produce para este sector.

No es casualidad que se estrene esta película cuando ya pudimos ver Juno, Nick and Norah’s infinite playlist, Whip it, Kick Ass, Zombieland, Adventurland entre otras. Todas tienen distintas tramas y calidad, es verdad. No se puede medir a todas con la misma vara. También todas estas películas se están manejando con la misma camada de actores, a saber: el ya mencionado Michael Cera, la ya clásica heroína Ellen Page , Jonah Hill, Seth Rogen, Emma Stone, Jesse Eisenberg, Abigail Breslin, Andy Samberg; Kat Dennings y por supuesto Cristopher Mintz-Plasse Si todas esbozan los mismos tipos de héroes (o mejor dicho antihéroes). Outsiders desgarbados, totalmente perdedores pero que son felices siéndolo y hasta se regodean en ello.

Así es como los protagonistas de las historias no se consideran infantiles por no dejar los dibujitos animados o los juegos, sino que construyen alrededor el sentido del placer en el tiempo de ocio. Contrario a las generaciones pasadas, sus preocupaciones por el futuro pasan por otro lado. Es llamativo como en las películas todavía transcurren en los secundarios. Y los que lo terminaron (como Scott) transcurren su vida entre el ocio total o trabajos de segunda que detestan. Incluso la universidad es algo periférico en sus vidas, The Big Bang Theory es prueba de esto también.

Por supuesto es una mirada muy norteamericana sobre la juventud de su país. Pero sin duda logra identificar a muchas personas que están cansados de ver representada la adolescencia de sus padres o hermanos mayores. Por suerte Hollywood descubrió que Woodstock ya pasó, y que en los 90`s hubo algo más aparte de MTV que también era moderno. Almost Famous, Taking Woodstock o The Breakfast Club quedaron atrás para dejar el espacio a historias que tienen un nuevo lenguaje. Nuevos códigos que claramente no son compartidos de igual manera por todos, pero que en definitiva tratan sobre los mismos temas. Los que hoy tenemos 20 (y tantos!!) somos el nuevo nicho de mercado. Los nuevos consumidores con exigencias, necesidades y espectativas distintas. Por esto Scott Pilgrim no falla. Porque entretiene en un terreno conocido y donde pareciera que por una vez nos están hablando a nosotros. Solo esperemos que no lo arruinen.

Por último me gustará recomendar no mirar los extras del DVD. Las escenas que quedaron afuera me decepcionaron totalmente. O desdibujan a ciertos personajes o inventan un final nuevo. Al menos a mí no me aportó nada interesante. Para eso es preferible comprar el comic que se editó ya en nuestro país.

Ahora sí… hasta la próxima!